En estos tiempos de contingencia
- Psicologa Conocete
- 17 abr 2020
- 4 Min. de lectura
Hola queridos clientes, hemos estado alejados de las noticias relacionadas a la emergencia sanitaria, y en estas tres semanas todo el equipo que conforma CONOCE-TE, no encontrábamos palabras que pudieran expresar nuestro sentir por la situación de salud y económicas por las que estamos pasando.
Tras el proceso, logramos guardarnos; como las recomendaciones que pedían nuestras autoridades, nos hemos puesto a salvo dentro de nuestros hogares y les voy a detallar el proceso que he vivido yo:
Creemos que todos nos encontramos en un punto de no saber qué más hacer, (más que terminar con nuestros pendientes) y así lo hice, limpie mi casa, ventanas, puertas, closets, refrigerador, el librero arrumbado, montones de papeles que tenía ahí encimados, ropa que está en mal estado o incluso que ya no me quedaba, y entre esa limpia superficial, llegó el día de que la casa y habitaciones habían quedado relucientes.
Así que decidí ir mas adentro, y empecé con cuidar mi cuero, hacer mascarillas faciales, exfoliar mi cuerpo, cortar las puntas de mi cabello, hacer mascarillas a mi cabello, encontré una pequeña rutina de ejercicio que ha sido muy funcional en estos días, investigue recetas de cocina, cuide de mis pies, pero como pasó con la casa, llegó el día en que mi cuerpo ya estaba reluciente y entonces me quedé con ganas de seguir limpiando, así que decidí ir mas adentro.
Y empecé con limpieza de mi mente, de mi alma; encontré pequeños momentos donde practique respiración, sesiones de reiki, meditación, a cuidar mis emociones con las flores de Bach y terminaba con ejercicios terapéuticos sistémicos. Y entonces me surgió la duda ¿hace cuánto tiempo no entraba en estos momentos de intimidad? Ahora tenía el tiempo, puesto que mi trabajo había disminuido, pero, ¿porque no invertí en momentos como estos durante el transcurso de mi vida, o por lo menos cuando iba adquiriendo ciertos conocimientos?
Cuando de pronto me llegó la intuición de asomarme afuera, a ver cómo estaba el mundo, mis clientes, incluso familia… mi percepción fue ver al mundo lleno de miedos, preocupación (unos por su salud muchos otros por problemas económicos), estrés, angustia y muchas otras emociones que como siempre lo recalco en las consultas (bajan nuestra vibración) pero ¿Qué hacer en estos momentos? ¿Qué hacer si en gran medida, todas estas emociones son originadas por algo más grande que nosotros? ¿Cómo sanar todas estas emociones?
Y entonces empecé a utilizar mi creatividad, y comencé a diseñar círculos de sanación y algunos talleres, encontré nuevas formas de compartirlas junto a ustedes sin arriesgarnos (sin salir de casa), pero también con la conciencia de que por ahorita económicamente nadie la estaba pasando muy bien, pero, durante toda mi formación como psicoterapeuta he encontrado a Maestros que me han inculcado el hábito y la gracia del “servir”
Por tal motivo, tomé la decisión de dar a un menor costo todos mis servicios, además de utilizar pagos interesantes como truques, y mirar a todas aquellas personas que estaban dando todo su ser como personas y profesionales en los hospitales, entonces “mi ser“, tomó la decisión de darles gratuitamente a todas estas personas todos mis servicios.
Unidos vamos a salir pronto de todo esto, si dejamos de mirar nuestras necesidades como personales, y miramos que todos (el mundo entero) estamos pasando por lo mismo, y nos ponemos ayudar al otro con la misma intención de que pronto se recupere como si fuera para nosotros mismos, vamos a crear una cadena de abundancia, no solo en el sentido económico, sino en el sentido de salud, en nuestras emociones, incluso espiritualmente.
Las mismas noches de desvelos que llevas tú, son las mismas noches que probablemente tus vecinos tengan y padezcan, esta situación nos lleva a perder el control, a soltar nuestra seguridad, vivir en la incertidumbre, esta cuarentena nos lleva a retraernos para poder meditar, disfrutar a nuestra familia, a reaprender a coincidir, nos conecta con la emoción del amor, del dolor por los que sufren y de la esperanza.
Pero en nuestras meditaciones y oraciones no debemos olvidar a los de afuera, no olvidar que pertenecemos a una familia, a una colonia, a un municipio, a un estado, a un país a un mundo. Y mirar con mucho amor a todas aquellas personas que están al igual que nosotros padeciendo. Y lo más que podemos hacer por ellos es incluirlos en nuestras experiencias de vida.
Por eso, este escrito te lleva a una invitación, en este escrito te comparto desde mi experiencia de como he estado viviendo esta cuarentena.
Te invito a que potencialicemos juntos estas meta-emociones:
· La gracia
· El servir
· El amor
· Y la esperanza
Con tus propios recursos, con lo que creas que significan, como creas que vas a desarrollarlos (todo está bien – todo es perfecto); parte primero desde ti y luego no olvides a los demás, ahorita lo que necesita más el mundo es ser congruentes pero sobre todo ser humanos, utiliza tu creatividad y piensa en el otro como te gustaría que pensaran en ti.
Son tantas cosas que quisiera seguir escribiendo, sin embargo nunca terminaría.
Pero no olvides, me pongo a tu servicio en mis redes sociales, y también aunque no nos conozcamos estas presente en mis oraciones, en mis rezos y en mis meditaciones ¡no estás solo (a), yo como tú, estoy padeciendo lo mismo, pero yo como tú, tengo la gracia, el servir, el amor y la esperanza de que todo esto pronto va a pasar!

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